La orden se pone del lado de los fiscales al permitir que el exmandatario vea la evidencia recopilada en el caso, incluidos documentos clasificados, pero solo en presencia de sus abogados, informó un reporte del diario The Hill.
También le impide difundir cualquier información del proceso con los periodistas o en las redes sociales, de manera similar a la orden emitida como parte de la querella en su contra en un juzgado en Nueva York por falsificación de registros comerciales.
“Los acusados solo tendrán acceso a los materiales de descubrimiento bajo la supervisión directa del abogado defensor o un miembro del personal del abogado defensor. Los acusados no conservarán copias del material de descubrimiento”, escribió el juez Bruce Reinhart, quien también aprobó el pasado año la orden de cateo en Mar-a-Lago, la residencia en Florida del magnate.
El Departamento de Justicia en su solicitud alegó que se requerían restricciones, ya que su investigación podría generar arrestos adicionales.
“Los materiales también incluyen información relacionada con indagaciones en curso, cuya divulgación podría comprometerlas e identificar a personas sin cargos”, escribió oportunamente esa entidad.
Trump se declaró inocente la semana pasada de 37 imputaciones federales que lo acusan de violar la Ley de Espionaje y obstruir la justicia al tener registros clasificados y negarse a devolverlos.
La mayor parte del caso del Departamento de Justicia se basa en 31 documentos encontrados entre los más de 300 guardados en la casa del empresario en Florida.
Un desglose de los pliegos indica que muchos fueron clasificados en un alto nivel e incluían información sobre las capacidades militares de Estados Unidos y detalles sobre armas nucleares.
Había entre los expedientes igualmente informes de inteligencia de la Casa Blanca sobre países extranjeros y planes militares.
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