Por Zeus Naya
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Guatemala
“Me pusieron un bozal”, declaró el abogado, periodista y diplomático, tras la denuncia ante el Tribunal Supremo Electoral del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (Feci), Rafael Curruchiche.
Lo acusaron de campaña anticipada y pidieron juzgarlo por supuesta “obstrucción de la justicia”, al manifestar su rechazo a la persecución penal de antiguos colegas de la prensa.
Analistas advirtieron que desde entonces dejó de cuestionar la persecución de fiscales, jueces contra periodistas y la crisis en las instituciones públicas, por temor a que dichas acciones del Ministerio Público prosperaran y lo dejaran fuera de la contienda.
PROPUESTAS
A sus 72 años de edad, casado y padre de dos hijos, el político fue jefe de gabinete de la secretaría general de las Naciones Unidas (2015-2016), bajo el mandato de Ban Ki-moon.
Anteriormente subsecretario general de ese organismo, encargado de las operaciones de mantenimiento de la paz.
En dos ocasiones diferentes fungió como jefe de la Misión de Estabilización de ese organismo mundial en Haití y fue diputado durante 12 años y secretario general de la Unión del Centro Nacional, fundada por Jorge Carpio.
Se desempeñó de 1992 a 1993 como presidente del Congreso, embajador de Guatemala en Estados Unidos (1993-1996) y ante la Unión Europea, Bélgica y Luxemburgo (2000-2005).
En la contienda presidencial de hace cuatro años, quedó en la tercera posición con 11,21 por ciento de los votos y llevó a seis diputados del partido Humanista al Congreso.
Sin embargo, esto constituyó un fracaso porque en decisiones importantes como la aprobación del presupuesto, los diputados de su fuerza se aliaron a la bancada de Vamos, dirigida por el presidente Alejandro Giammattei.
Lo que es diferente en esta ocasión, -aseguró- es que por primera vez es dueño de su propia organización política, creada en 2020, y pudo escoger a los dirigentes, estructurarla y configurarla.
Mulet trata de consolidar su candidatura mediante concilios con figuras cuestionables y caciques municipales y departamentales con tal de ganar votos.
El candidato del partido Cabal propone un plan de gobierno denominado “Más dinero en el bolsillo”, el cual persigue la creación de la Ley de Competencia y fortalecer la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco).
A su juicio, la creación de esta norma motivará la libre competencia, la cual traerá más productos y mayor competitividad en beneficio del l consumidor.
Al mismo tiempo, buscará fortalecer la Diaco como una forma de atención efectiva para los compradores.
A PESAR DE SEÑALAMIENTOS
En 1981, Mulet propició como abogado que niños sin oportunidades, con el consentimiento de sus madres, fueran dados en adopción a familias canadienses, cuestión de la que dice aún estar orgulloso.
Sus contrincantes, en cambio, señalan los vínculos con una red criminal dedicada a tal fin que, durante la guerra civil, devino negocio millonario (más de 35 mil niños robados a sus padres) y por lo que estuvo detenido, aunque lo liberaron luego.
Dirigir Guatemala, apuntó, sería su misión 23 (al contar las 22 alrededor del mundo), esta vez mediante promesas de modernización económica, social, de seguridad y del Estado como pilares de su programa de gobierno.
Otro de sus programas que recaerán en los diputados electos por su agrupación, será reformar el Código Penal para endurecer las penas de algunos delitos.
Mulet indicó que es necesario crear la figura de “cadena perpetua” para crímenes relacionados con la corrupción, y para cualquier hecho delictivo cometido por las pandillas juveniles conocidas como maras.
Al perfilarse como uno de los tres candidatos con más posibilidades de llegar a la presidencia, cambió de discurso para ganarse votantes, tras la salida del expostulante Carlos Pineda, quien encabezaba las encuestas.
La decisión contra la propuesta de Prosperidad Ciudadana modificó el tablero electoral y así el panorama de Mulet, que aparece tercero, detrás de Zury Ríos, de Valor-Unionista, y Sandra Torres (Unidad Nacional de la Esperanza).
¿Será posible el “nuevo comienzo para el país” con miembros de la vieja política y alianzas con las fuerzas oscuras que se reparten el pastel, como acusó Pineda?
Unos 9,3 millones de guatemaltecos acudirán a las urnas el próximo domingo para elegir al primer mandatario, el vice y 160 diputados, además, 20 al Parlamento Centroamericano y 340 alcaldes municipales para el periodo 2024-2028.
Si ninguno de los candidatos obtiene 50 por ciento más uno de los votos, el Tribunal Supremo Electoral fijó una segunda vuelta el domingo 20 de agosto, en la que participarán los dos binomios con la mayoría de papeletas en la primera fecha.
arc/apb/znc