Por Zeus Naya
Corresponsal jefe en Guatemala
“Queremos trabajar en una eficiente ejecución presupuestaria para las fuerzas de seguridad y que cuenten con tecnología y armamento”, declaró a la prensa como parte de su campaña la hija del fallecido exdictador Efraín Ríos Mott (1982-1983).
También, retomar el control del Sistema Penitenciario, que desde ahí se está coordinando todo (extorsiones), agregó la exdiputada en cuatro oportunidades consecutivas (1996-2012) por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG).
Exlíder del Comité de Exteriores del Congreso, Ríos propone asimismo fuerzas de tarea entre la Policía Nacional Civil y el Ejército, así como replicar el modelo de El Salvador.
«Si países vecinos lo han hecho efectivamente, nosotros igualmente lo podemos hacer», aseguró, en abierta referencia al combate de las estructuras criminales.
LA SOMBRA DE SU MENTOR Y GUÍA
A sus 55 años, transitó por un camino complicado para participar como candidata a la presidencia, debido a la sombra de su padre, general, mandatario de facto, señalado por crímenes de lesa humanidad.
Ríos Montt enfrentó juicio y sobre él recayó una condena de 80 años de prisión debido a su responsabilidad en la destrucción de la etnia ixil durante el conflicto armado interno.
Sin embargo, esa sentencia fue anulada por la CC, que ordenó repetir el proceso, sin conclusión por su muerte, en 2018, a los 91 años, a causa de un ataque cardíaco.
La presidenciable lo acompañó a lo largo de todo ese pleito y sostiene hasta la actualidad en entrevistas que el papá es su “inspiración” y que murió “inocente”.
Desafió en 2011, 2015 y 2019 la norma que prohíbe la participación electoral de los parientes de los golpistas, en el primer año se retiró antes de los comicios, después fue rechazada por votación popular y en el tercero vetada por la CC, la misma que permitió ahora su propuesta.
CUESTIONAMIENTOS
A los 19 años decidió casarse y abandonar los estudios universitarios por unos años, algo que le reprochó la familia, pero el carácter decisivo y fuerte de Ríos se reveló contra el “no”.
Antes de involucrarse en la política (1996-2012) fue maestra de educación primaria y culminó la licenciatura en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Francisco Marroquín.
Algunos de sus contrincantes cuestionan su preparación, capacidad para gobernar, mientras otros en esta carrera apuntan que se rodeó de aliados cuestionados y perseguidos por la justicia.
Ella, en cambio, afirmó que nunca tuvo ninguna acusación en su contra, así como tampoco los candidatos a diputados Sandra Jovel, ministra de Exteriores, y Enrique Degenhart, de Gobernación, ambos bajo la administración de Jimmy Morales (2016-2020).
«Ninguno de ellos ha sido acusado de malos manejos o de corrupción, se les está acusando de una decisión política», defendió, sobre la participación de estos en la disolución de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cigic).
Ríos, quien estuvo casada con el excongresista republicano por el estado de Illinois, Jerry Weller, se describe como una cristiana, esposa, mamá, «una mujer que quiere ser servidora de esta nación».
Planteó que los niños y niñas tengan alimentación en las escuelas, que el idioma inglés sea obligatorio, proporcionar computadoras, pero también brindar atención psicológica para alumnos y maestros.
«Tenemos que trabajar todos los ejes simultáneamente, por eso no queremos que el Ministerio de Educación sea feudo de una sola persona», enfatizó.
A fines de mayo pasado, tras la exclusión del empresario Carlos Pineda, de Prosperidad Ciudadana, comandó los últimos sondeos de intención de voto, por delante de Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Edmon Mulet, de Cabal.
«Las encuestas se hacen el día de la elección. Encuestas van, encuestas vienen. La verdadera encuesta es cuando las personas deciden quién trabaje para ellos», expresó previo a los resultados a su favor.
Unos 9,3 millones de guatemaltecos acudirán a las urnas el cercano domingo 25 de junio para elegir a un nuevo mandatario, vicemandatario, 160 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 340 alcaldes municipales para el periodo 2024-2028. Si alguno de los candidatos no obtiene el 50 por ciento más uno de los votos, el Tribunal Supremo Electoral fijó una segunda vuelta el domingo 20 de agosto, en la que participarán los dos binomios con la mayoría de papeletas en la primera fecha.
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