Blanco murió por graves afectaciones a su salud a los 88 años y solía relatar que, siendo muy pequeño, vio como un latifundista marcaba sus iniciales a un campesino, con el hierro candente que usaba para marcar su ganado, lo cual despertó en él sentimientos de solidaridad y rebeldía.
Nacido el 15 de noviembre de 1934 en la región surandina de Cusco, inició su actividad política en su juventud y en 1962 y 1963 organizó por primera vez en Perú sindicatos campesinos en la provincia cusqueña de La Convención y propició ocupaciones de latifundios.
Por ello fue condenado a 25 años de prisión pero salió en libertad en 1969 por la amnistía para guerrilleros y otros presos políticos.
En 1978 fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente que elaboró una nueva carta magna culminada en 1979.
Fue además diputado entre 1980 y 1985 y en 1990 fue elegido senador como representante del frente Izquierda Unida, cargo en el que cesó en 1992 por el autogolpe de Estado del gobernante de entonces, Alberto Fujimori.
Fue varias veces deportado y vivió exiliado en México, Argentina, Chile y Suecia y en sus años otoñales sumó a su lucha por el cambio social la defensa del medio ambiente. “Antes luchaba por los campesinos y obreros, hoy por la especie humana”, decía.
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