En un artículo el investigador del Instituto de Asuntos Japoneses del Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC, Ri Pyong Dok, expresó que Japón intenta abrir de nuevo en la ONU un vídeo-seminario sobre el problema de derechos humanos, en contubernio con Estados Unidos, Australia y la Unión Europea.
Al igual que en las ocasiones anteriores, este seminario no pasa de ser el último coletazo de las fuerzas hostiles que tratan de manchar la imagen internacional de la RPDC y crear un ambiente de presión colectiva, señaló Ri.
El funcionario apuntó que es un insulto a la historia el mismo hecho de que Tokio hable de «derechos humanos» en la arena de la ONU, pese a su antecedente de que después de ocupar a Corea con fuerzas armadas en el siglo pasado, secuestró por la fuerza a más de ocho millones 400 mil jóvenes y adultos coreanos, asesinó a más de un millón de ellos e impuso a 200 mil mujeres coreanas la vida de esclava sexual.
La escena de la ONU ha de ser un teatro para condenar a Japón, país criminal de guerra que no pide disculpas sinceras aunque cambiaron generaciones desde cuando violó flagrantemente la soberanía de un país y cometió crímenes antiéticos durante más de 40 años, añadió.
A fin de cumplir su misión estipulada en su sagrada carta, la ONU tendrá que denunciar y enjuiciar a Japón, que está enfrascado en adquirir la capacidad de ataque preventivo de carácter agresivo bajo pretexto de un inexistente peligro, cuando al mismo tiempo Estados Unidos amenaza gravemente la paz y estabilidad de la región, concluyó el texto.
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