El sondeo de la Universidad de Monmouth encontró que el 61 por ciento de los encuestados cree que la segregación racial es un «gran problema», mientras que el 52 por ciento dice que las relaciones raciales son una causa significativa detrás de la división política actual.
Entre las personas negras, el 76 por ciento expone que la discriminación es un gran problema, en comparación con solo el 52 por ciento de los blancos no hispanos.
En tanto, en los encuestados blancos, estos números varían drásticamente según la identificación del partido político.
Mientras el 72 por ciento de los demócratas blancos dice que la raza es un tema importante para las divisiones, solo el 51 por ciento de los republicanos blancos está de acuerdo.
Estas cifras siguieron a un pico en 2020, luego del asesinato del afroamericano George Floyd por un oficial de policía de Minneapolis, cuando el 76 por ciento de los estadounidenses indicó que la discriminación racial era un gran problema, señala la investigación.
Las divisiones políticas en Estados Unidos han estado creciendo durante algún tiempo, y las elecciones de 2016 y 2020 resaltaron las divisiones, destaca el sondeo.
Aun así, la encuesta muestra que el 52 por ciento de los estadounidenses siguen siendo algo optimistas sobre el futuro de las relaciones raciales, aunque es menos probable que las personas negras expresen esta esperanza.
El 58 por ciento de las personas negras y mestizas quieren que se preste más atención a la diversidad racial y la inclusión, incluso en las escuelas.
El plan de estudios en torno a la raza y el racismo se ha convertido en un tema particularmente candente en los últimos años, ya que algunos políticos buscan limitar la forma en que estos temas se pueden enseñar en las escuelas.
Al menos 26 estados prohibieron libros por impulsar lo que los conservadores argumentan es una teoría crítica de la raza, un marco legal que se enseña en las universidades y que explora cómo el racismo está arraigado en la mayoría de las instituciones estadounidenses.
Mientras tanto, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien anunció una candidatura a la Casa Blanca 20242 el mes pasado, firmó recientemente una legislación que prohíbe a las escuelas gastar fondos públicos en programas de diversidad, equidad e inclusión, o lo que su oficina llamó “iniciativas discriminatorias”.
Casi la mitad de los encuestados blancos en la encuesta de Monmouth expusieron que se debe prestar menos atención a la diversidad racial y la inclusión, con un 50 por ciento a favor de limitar la forma en que se enseña la inequidad racial en las escuelas.
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