El incremento de la producción de vehículos eléctricos en el mundo registra en la actualidad un promedio de entre 300 y 400 por ciento, según datos de la Agencia Internacional de Energía.
Al comentar esos datos, Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos, afirmó que esto “es muy importante respecto a la demanda de litio, nosotros tenemos que aprovechar esa ventaja”.
Molina consideró en declaraciones a la prensa que Bolivia marcha bien en esta esfera porque el Gobierno del presidente Luis Arce apostó por una nueva tecnología, la extracción directa de litio (EDL).
Recordó al respecto el compromiso del consorcio chino CBC (CATL BRUNP & CMOC) de invertir mil 400 millones de dólares para construir dos plantas de carbonato de litio en los salares de Uyuni (Potosí) y Coipasa (Oruro), con una capacidad de 25 000 toneladas cada una.
“Hoy todo el mundo está apostando a la electromovilidad, como país tenemos que determinar qué es lo que queremos”, insistió Molina.
Comentó el titular que a escala global China representa una potencia y CBC posee el 38 por ciento de participación en el mercado mundial de baterías de litio. Mencionó entre sus clientes a firmas como Ford, Porsche, Tesla y Mercedes Benz.
“Estamos acostumbrados a ver que los combustibles fósiles movilicen el transporte —subrayó—, pero hoy la tendencia es cambiar esa configuración. Lógicamente, ahí aparece el litio como elemento crítico dentro de la transición”.
Además de los vehículos eléctricos, este metal es idóneo también para el almacenaje de energía, por lo cual se convirtió en un material estratégico para el fomento de esta industria y de la economía mundial.
Esta oportunidad para Bolivia engendra, al propio tiempo, una amenaza desde el punto de vista de los intereses imperiales de Estados Unidos.
La general norteamericana de cuatro estrellas Laura Richardson, jefa del Comando Sur del Pentágono, confirmó esas ambiciones el 8 de marzo último ante una comisión de la Cámara de Representantes.
Sin tapujos diplomáticos, criticó ante los legisladores “la actividad maligna” de los que consideró “sus adversarios”, en alusión a China, por “aprovecharse” de los recursos naturales del llamado triángulo del litio (Argentina, Bolivia y Chile).
“Creo que durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero y hemos permitido que Rusia, China e Irán, adversarios deEstados Unidos, hagan grandes incursiones en nuestra región”, añadió en esa ocasión el congresista Carlos Giménez, quien incluso dijo: “Creo que China es nuestra mayor amenaza”, y señaló que “solo va a faltar lo militar”.
Ante tales provocaciones, a finales de abril, en un discurso en Potosí, el presidente Arce alertó contra las reiteradas declaraciones de Richardson.
“(…) Tres veces nos ha mandado un mensaje, a ellos les interesa el litio boliviano, nuestra reserva de litio. Ellos nos consideran como si fuéramos su reserva, cuando el litio es de los bolivianos, es nuestrorecurso natural y hay que defenderlo”, enfatizó el mandatario.
(Tomado de Orbe)