Marquínez precisó que en 30 días podría decidir sobre las sentencias solicitadas por el Ministerio Público por blanqueo de capitales para 32 acusados, entre los que sobresalen los letrados fundadores de la extinta firma Mossack Fonseca, Ramón Fonseca y Jürgen Mossack, para quienes la fiscal Isis Soto solicitó pena máxima: 12 años de cárcel.
La audiencia, iniciada el pasado 26 de junio, debía concluir el próximo viernes, pero la jueza dio por concluida la vista este lunes tras escuchar los últimos alegatos de la representación de la defensa.
Todos los abogados de los 32 supuestos implicados coincidieron que fue un calvario y un vía crucis los siete años que ha durado la investigación.
En la audiencia, el propio Mossack intervino y recordó que el proporcionó empleo a más de 660 personas y que junto con su socio y personal constituyeron 250 mil sociedades, las cuales fueron para fines lícitos.
Añadió que antes que lo estableciera la ley en su bufete de abogados ya tenían una oficina de debida diligencia y de conocer sus clientes.
Sin embargo, la fiscal Soto solicitó sentencia condenatoria para 28 de personas acusadas por la comisión del delito contra el orden económico, en su modalidad de blanqueo de capitales.
También pidió la sentencia absolutoria para cuatro personas.
Suspendida en mayo pasado, el Juzgado Segundo Liquidador de Causas Penales de Panamá retomó el pasado mes de junio el proceso penal.
Este caso, un expediente de 293 tomos, guarda relación con una investigación que se inició en 2016, resultado de informes periodísticos, originados en la operación Lava Jato en Brasil, que vinculaban a una oficina de abogados en el istmo con la creación de sociedades anónimas, cuyo objetivo era la movilización de fondos ilegales.
El caso Lava Jato involucró al extinto bufete Mossack Fonseca, epicentro del escándalo Papeles de Panamá.
La firma Mossack Fonseca anunció el 14 de marzo de 2018 el cierre total de sus operaciones a nivel mundial, así como la liquidación de empleados.
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