Lula recibirá por seis meses la presidencia pro témpore del Mercosur (formado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) de manos de su par argentino, Alberto Fernández.
Fuentes periodísticas aseguran que durante el período en que el gobernante brasileño ocupará el puesto las expectativas penden en torno al acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE).
A pesar de ser de extremo interés para la alianza sudamericana, en su última visita a Europa, más precisamente a Francia, donde participó en el evento Power Our Planet y la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Global, Lula aludió a dispositivos que prevén sanciones, consideradas duras por el Gobierno brasileño de no cumplirse.
«Me muero por llegar a un acuerdo con la Unión Europea. Pero no es posible, la carta adicional hecha por la Unión Europea no permite que se haga un acuerdo. Haremos la respuesta, y le enviaremos la respuesta, pero necesitamos empezar a discutir», apuntó sentado al lado del presidente francés, Emmanuel Macron.
Insistió en que «no es posible que nosotros tengamos una asociación estratégica, y haya una carta adicional que haga amenaza a un socio estratégico», afirmó el presidente.
El acuerdo entre los dos bloques se negocia desde 1999. En 2019 finalizaron las comerciales y dos años después las relacionadas con aspectos políticos y de cooperación.
Desde entonces, el pacto está en fase de revisión para la firma, pero la política ambiental durante la gestión del exmandatario Jair Bolsonaro (2019-2022), que resultó en un alza de la deforestación, dificultó la negociación.
Según el secretario de Asuntos Económicos y Financieros de la Cancillería, Maurício Carvalho, el Gobierno ya está en fase de conclusión sobre puntos del compromiso para presentar en el foro de Iguazú y, posteriormente, ser llevados al bloque europeo.
También entre otros convenios latentes del Mercosur figuran el acuerdo con la Asociación Europea de Libre Comercio compuesto por Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein.
De igual manera, negociaciones con Singapur, Canadá, Indonesia y Vietnam, estrategias comunes con República Dominicana y El Salvador, la implementación de Chile y Colombia al bloque, así como la conclusión de la adhesión de Bolivia.
Además del Mercosur, el gigante sudamericano comandará en el segundo semestre el G20 (que reúne a las principales economías del mundo) y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
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