“Recordarán que la Iglesia católica ha remitido anteriormente este diario a la Fiscalía; pero con borrones y hemos evidenciado nosotros que esos borrones corresponden a nombres, fechas y lugares”, denunció Lanchipa ante medios periodísticos.
Consideró la máxima autoridad del Ministerio Público en Bolivia que esta acción expresa un incumplimiento del compromiso eclesiástico de cooperar en la investigación, y más bien constituye una obstrucción en contra del esclarecimiento de los hechos.
El 20 de junio, la Compañía de Jesús informó que el Provincial de esa cofradía en Bolivia recibió el diario del cura pederasta Alfonso Pedrajas (alias Pica), procedente de la Curia General de esa orden.
Añadió que a su vez a esa jerarquía católica le llegó remitido por el Dicasterio de la Doctrina de la Fe (antigua Inquisición) del Vaticano.
Sin embargo, una semana después, la directora de la Fiscalía Especializada en Delitos en Razón de Género y Juvenil, Daniela Cáceres, informó que el documento está “incompleto”, “tachado” y “borrado”.
“Hemos recibido ese sobre cerrado, como se ha informado; sin embargo, debemos lamentar que la información que se ha brindado no sea completa”, sostuvo en conferencia de prensa.
La orden de los jesuitas se apresuró a responder en un comunicado que “no conoce cómo llegó dicho documento al Dicasterio de la Doctrina de la Fe ni si fue entregado completo o en condiciones de total legibilidad”.
Un reportaje investigativo publicado el 30 de abril por el periódico El país, de España, con las revelaciones incluidas en el diario del cura Pedrajas (1943-2009) sobre sus crímenes sexuales y el encubrimiento de sus superiores originaron un escándalo de alcance internacional.
La onda expansiva atravesó inmediatamente el océano Atlántico y provocó en Bolivia las denuncias de las víctimas a otros supuestos guías espirituales, por lo cual el Ministerio Público inició investigaciones y allanó las oficinas de la Compañía de Jesús, en medio de protestas públicas contra la Iglesia.
Figuran en la lista de pesquisados los fallecidos Pedrajas, Alejandro Mestre (secretario de la Conferencia Episcopal de Bolivia), Antonio Gausset; Carlos Villamil, Luis Roma; Francisco Pifarré y Jorge Vila.
Otros investigados como encubridores y que todavía viven son Marcos Recolons y Ramón Alaix.
A todos ellos se sumó recientemente el caso de Jorge Luis Machicado (alias Coco) encarcelado preventivamente en Tarija.
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