La presentación de la pieza escenificada por los artistas argentinos Luisa Kuliok y Roberto Romano coincide con el aniversario 243 del natalicio de Juana Azurduy, heroína nacida en Chuquisaca, quien combatió en las filas independentistas argentinas.
Esta fecha se considera Día de la Hermandad entre ambas naciones.
Las celebraciones a propósito del aniversario 207 de la Declaración de Independencia de Argentina (9 de julio de 2006) comenzaron el viernes último con una recepción en la residencia del embajador de la nación rioplatense, Ariel Basteiro, a la que asistió el canciller boliviano, Rogelio Mayta.
En la velada a la que concurrieron el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, viceministros, legisladores, otras autoridades nacionales y una amplia representación del cuerpo diplomático acreditado y de residentes argentinos en Bolivia, Basteiro resaltó la necesidad de la unidad de la “patria grande”.
Laureada como Mejor Actriz por el Teatro Cervantes y ganadora de los premios Internacional de la Televisión Italiana, el Martín Fierro de la Televisión Argentina y el de la Asociación de Cronistas de Espectáculos por la Mejor Realización Unipersonal, Kuliok ofreció declaraciones a Prensa Latina.
“Son secundarios los premios, estar en Bolivia con Juana me coloca en un lugar de emoción que no me cabe en el cuerpo”, dijo a esta agencia de noticias la también embajadora cultural argentina y merecedora del Reconocimiento Cultural de la República de San Marino. Añadió que este montaje surgió de un proyecto iniciado en 2019 y que, al fin, le permite subir a las tablas por primera vez con el compañero de toda su vida, con quien comparte hogar, hijos y nietos.
Sobre el personaje, expresó gran respeto, pues en la guerra independentista contra España perdió a su esposo, todos sus hijos, murió sola, pobre y su cadáver fue a parar a una fosa común, a pesar de todos sus méritos militares.
“Es una obra que es teatro grande porque refleja la excepcionalidad de una mujer silenciada durante más de un siglo por el orden patriarcal”, enfatizó Kuliok.
Nacida de una familia acaudalada el 12 de julio de 1780 en Toroca, norte de Potosí, Azurduy acompañó a su esposo, Manuel Ascencio Padilla, en las luchas por la emancipación contra España, y cuando él murió, siguió a la vanguardia en la línea de combate.
Fue la primera mujer que ingresó en el Ejército argentino y entre 1809 y 1815 fue ascendida a mariscal del Ejército de Bolivia y general del Ejército Argentino por el prócer Manuel Belgrano.
El 1 de abril de 1825 el Libertador Simón Bolívar la ascendió al grado de coronel.
Murió el 25 de mayo de 1862 en Sucre, Bolivia.
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