En un comunicado público, la conducción de la Gran marcha a Lima y la Jornada Nacional de Lucha ratificó que las manifestaciones por la renuncia de la presidenta Dina Boluarte se iniciarán dentro de una semana y continuarán durante 10 días.
“Rechazamos el discurso de odio, la política de miedo y el terrorismo mediático que impulsa la ultraderecha mafiosa a través de su prensa mercenaria”, señaló la Coordinadora en un comunicado público.
Condena a lo que denomina la coalición dictatorial del régimen cívico-militar y al impopular Parlamento que “pretenden vincular nuestra lucha democrática nacional, y a nuestros dirigentes, con una organización terrorista que ya no existe”.
Se refiere así a las afirmaciones oficiales, empresariales y mediáticas que dan a entender que tras la marcha está el peligro de que remanentes de un grupo armado actúe en la capital, lo cual los dirigentes sociales califican como “terruqueo”, consistente en calificar en falso como terrorista y filo-terrorista a quien protesta.
La declaración denuncia que “la gran prensa alineada a la dictadura y el gobierno sigan desarrollando su estrategia mediática de poner a las regiones contra Lima” y señala que el rechazo al Ejecutivo “es nacional e involucra a las regiones y a los hermanos y hermanas de la capital”.
“Rechazamos el anuncio de los altos mandos policiales, que en un acto que vulnera el derecho a la protesta, señalan que revisarán exhaustivamente a todas las personas que lleguen a Lima a protestar”, medida de amedrentamiento, añade.
Al subrayar el carácter democrático de la movilización anunciada, ratifica que las jornadas de protesta contarán con la participación de misiones veedoras de organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, con el fin de salvaguardar el derecho a la protesta
Las nuevas protestas demandan también nuevas elecciones generales adelantadas, una asamblea constituyente y sanciones a los autores y responsables de 66 muertes registradas durante la primera ola de protestas contra el ascenso de la presidenta Boluarte al cargo, entre diciembre y marzo últimos.
Convocan la nueva movilización decenas de organizaciones sociales, como la Confederación General de Trabajadores, la Central Unitaria de Trabajadores, la Central de Rondas Campesinas (organizaciones de seguridad ciudadana), las centrales agrarias, organizaciones regionales y federaciones estudiantiles, entre otras.
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