En conversación con un destacado miembro de una de esas toldas políticas, que pidió el anonimato, Prensa Latina conoció que el objetivo ya no es ganar la presidencia, aunque habrá candidato, sino tratar de mantener su presencia, aunque sea mínima en la Asamblea Legislativa.
Esa aproximación concuerda, en cierta medida, con opiniones de expertos y analistas como el expresidente del Banco Central de Reserva (BCR) en los gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Carlos Acevedo, quienes estiman que la oposición no tiene posibilidad de vencer en las elecciones presidenciales de 2024.
Son candidatos que nadie conoce. Las fórmulas que están presentando no auguran ningún éxito, opinó Acevedo al echar una mirada a las fórmulas que se abren paso en las elecciones internas de los partidos de oposición.
Este domingo 16, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional efectuará sus internas, luego de un intenso esfuerzo por movilizar las bases que lo llevaron al gobierno, y no son pocos los que opinan que esa tolda que se identifica con el color rojo está entre las que hacen esfuerzos por mantener su presencia en la arena política local.
En una condición parecida se encuentra el partido Alianza Republicana Nacionalista, que en un esfuerzo tardío recurrió a una fórmula encabezada por Joel Suárez e Hilda Bonilla, dos desconocidos de la diáspora que difícilmente lleven agua al molino de esa agrupación en 2024.
Mientras ese es el clima que prima en el país, persisten ataques y críticas al presidente Nayib Bukele por su aspiración a reelegirse, la cual, aunque inconstitucional para avezados letrados constitucionalistas, tiene el apoyo presuntamente de la mayoría del soberano, el pueblo, que debe pronunciarse.
Por lo pronto, el magistrado Noel Orellana dijo que el Tribunal Supremo Electoral tiene la obligación de cumplir la inscripción de Bukele en el proceso y aseguró que si no cumplen la resolución caerían en el delito de desobediencia.
Una resolución de la Sala de lo Constitucional, impuesta o elegida por el actual gobierno, luego de lo que muchos calificaron como un “golpe de estado” el año anterior, avaló la reelección presidencial inmediata.
Es una orden que el Tribunal Constitucional le está dando al Tribunal Supremo Electoral que, si en caso que el ciudadano presidente decidiere participar en una elección en un nuevo período, el Tribunal Supremo Electoral tendría la obligación de inscribirlo, indicó el magistrado en una entrevista en Canal 67.
Mientras se escuchan comentarios y aproximaciones como estas, los partidos prosiguen sus intentos, y al parecer, pese a los pronósticos adversos, no desmayarán en entorpecer la reelección de Bukele y mantenerse como alternativas para el futuro.
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