El sondeo del Instituto de Estudios peruanos (IEP) recogió una desaprobación de 80 por ciento y una aprobación de 12 por ciento, situación que, según las organizaciones sociales que alistan las manifestaciones que persiguen su renuncia, significa que ha perdido legitimidad como gobernante.
El Congreso, donde radica la fuente de su respaldo, muestra en la encuesta una situación peor, pues lo desaprueba 91 por ciento y solo cuenta con el aval de cinco por ciento de la ciudadanía.
La consulta indica que 78 por ciento considera que el actual gobierno es peor (51) o igual (27) que el del hoy encarcelado Pedro Castillo, a quien reemplazó por sucesión el 7 de diciembre, y solo 19 por ciento creen que el de Boluarte es mejor.
Además, la administración vigente es considerada por 76 por ciento como mala (36) o muy mala (31), mientras 19 por ciento la evalúan como buena y uno por ciento muy buena.
Previamente, la encuestadora Ipsos consigno una desaprobación a la mandataria de 77 por ciento y una aprobación de 13 por ciento, y la también compañía privada CPI, reportó 80,5 de desaprobación y 14,4 de aprobación.
La presidenta obvió referencias a las encuestas adversas en un breve discurso en la inauguración de una feria artesanal, donde llamó a la unidad nacional y a no escuchar lo que llamó “mensajes que nos desunan, nos polaricen”.
Sobre las cifras reseñadas, el antropólogo y analista César Nureña señaló que la mandataria llega al 28 de julio (Día Nacional) “sin nada que celebrar y posiblemente pensando más en cómo librarse luego de responsabilidades políticas y penales por las masacres” registradas durante protestas en su contra entre diciembre y marzo últimos.
“Su figura y su palabra están tan deslegitimadas que ningún discurso ni ofrecimiento podrían reparar el enojo y agravio”, dice, docente de la Universidad de Mayor San Marcos.
“En todas las regiones, su reprobación crece. En el centro y el sur es mayor por las represiones. La población tiene en su memoria las muertes que no se investigan de modo célere”, comentó el sociólogo Mario Berríos.
Para el analista político Jorge Aragón, las posibilidades de que Boluarte pueda revertir la situación en las encuestas son escasas o nulas y pasan por su renuncia y la convocatoria a nuevas elecciones generales”.
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