Las actividades laborales y estudiantiles, el comercio y el transporte se desarrollan sin alteraciones, aunque bajo un despliegue policial que resguarda puntos estratégicos, como el palacio de Gobierno, aislado por el cerco de la plaza de Armas en la que se ubica, y el Parlamento, resguardado por 250 policías.
El despliegue de los agentes incluye el bloqueo de la céntrica plaza San Martín y en el interior el cierre de las carreteras, pese a que las protestas anunciadas por una Coordinadora de organizaciones sociales, no había convocado a bloquearlas.
Grupos de manifestantes se adelantaron a la convocatoria de la movilización principal convocada para esta tarde y desfilaron por el centro de la ciudad, coreando consignas contra el Gobierno.
La mayoría de las estaciones de radio y la televisión, así como los mandos policiales y políticos y tuiteros contrarios a la protesta que demanda la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, proclaman el fracaso del supuesto intento de paralizar el país.
Organizaciones participantes en la convocatoria a las manifestaciones, como el Sindicato Unitario de la Educación (Sutep) adelantaron que los maestros trabajarían normalmente y saldrán a marchar tras la jornada laboral.
Uno de los integrantes de la Coordinadora de Lucha que organiza las protestas, Jorge Pizarro, declaró a Prensa Latina que es falso que la normalidad signifique el fracaso de la protesta y que esta tiene carácter pacífico.
Agregó que para hoy está prevista una marcha que culminará con un encuentro festivo de música y fraternidad popular e igual sucederá en los próximos días, en los que seguirán llegando grupos de manifestantes del interior del país.
El jefe de la Policía de Lima, coronel Róger Pérez, confirmó que para la tarde está prevista la marcha y aseguró que sus hombres tienen instrucciones de actuar mediante la disuasión, con su presencia, y la persuasión, y solo en caso necesario usar gases lacrimógenos y descargas de perdigones.
De otro lado, en la sureña región de Ica, los empresarios de los fundos dedicados al cultivo de productos de exportación ofrecieron a sus trabajadores un bono extra de cerca de 10 dólares para que laboren normalmente.
Además, en la provincia de Anta, de la región surandina de Cusco, grupos de campesinos bloquearon una carretera y en la centroandina de Huancavelica los estudiantes tomaron la universidad estatal lugareña, en ambos casos exigiendo la renuncia de la presidencia Dina Boluarte.
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