Con el artículo El ‘posterboy’ de los derechos humanos, el rotativo fustigó los recientes cuestionamientos de Estados Unidos sobre la democracia bangladesí y mostró con ejemplos como el país estadounidense está lejos de ser el presunto campeón de la democracia y los derechos humanos que se dice ser.
Numerosas cifras demuestran un aumento alarmante de la violencia relacionada con las armas, incluidas las ejecuciones extrajudiciales, los delitos motivados por el odio y el racismo, y otras violaciones atroces de los derechos humanos en la nación norteña, precisó el medio de prensa.
Esos son problemas constantes en la sociedad estadounidense de hoy que su gobierno está incapacitado de resolver por la implementación de políticas ineficientes, opinó el rotativo.
En una extensa caracterización de la sociedad de Estados Unidos, The Dhaka Tribune detalló situaciones de violencia ocurridas como la muerte del joven bangladesí Arif Saeed Faisal a manos de policías blancos en un incidente que muchos consideran derivado de un acto racista, apuntó.
Con mención de cifras aportadas por la prensa estadounidense, el diario local agregó que la policía mata a mil personas en promedio cada año y que los agentes del orden son responsables de al menos el 99 por ciento de los asesinatos ocurridos del 2013 al 2020. Ilustró además que los negros son asesinados en una tasa de más del doble que los blancos.
También mencionó los habituales tiroteos masivos como el de la escuela primaria de Uvalde, Texas, perpetrado por un adolescente de 18 años y que costó la vida de más de 19 niños, al atacante y a dos docentes.
El rotativo muestra también el caso del periodista Julian Assange como ejemplo de la inconsistencia del discurso de Washington sobre su supuesta defensa de la libertad de expresión.
Todos conocen el trágico destino de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, a manos de la represión estadounidense que ha restringido la libertad de informar y de prensa para los norteamericanos, señaló el diario.
Por otra parte, expuso que en su política de llevar los derechos humanos al mundo ha gastado billones de dólares en conflictos en naciones como Irak, Siria y Afganistán para presuntamente combatir el terrorismo, defender los derechos humanos y consagrar la democracia.
Esas contiendas solo generaron más muertes de civiles que contraterrorismo, un aumento en el número de refugiados, el surgimiento de nuevas facciones y una guerra civil prolongada, acotó. Los ataques con drones en Afganistán, Pakistán, Yemen y Somalia entre 2010 y 2020 provocaron la muerte de al menos 16 mil personas, incluidos más de dos mil civiles, aseguró.
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