Al referirse en conferencia de prensa a una reciente visita a la República Islámica en cumplimiento de una invitación de su par, Mohammad Reza Ashtiani, Novillo elogió los avances de ese país en el campo de la ciencia, la tecnología y la industria.
Explicó que en Teherán recorrió establecimientos de esa cartera dedicados a tales actividades y que lo sorprendieron por su modernidad.
Consideró útil aprovechar esa tecnología para tener el control de las áreas fronterizas por donde ingresa el contrabando y el narcotráfico a Bolivia, lo cual consideró necesario para la protección de la situación interna.
Se refirió Novillo a ensambladoras navieras que, en algún momento, pueden dotar a la Armada boliviana de lanchas necesarias para el patrullaje fronterizo.
También comentó que existen potencialidades en irán para asegurar el mantenimiento de helicópteros y aviones militares.
Destacó el ministro los progresos de Irán en materia de nanotecnología, y anticipó que la Escuela Militar de Ingeniería (EMI) puede abrir una carrera al respecto.
Enfatizó en que esta especialidad es “aplicable en varias áreas de la medicina, en la minería, la fabricación de equipos médicos y la agricultura.
Anunció el ministro el apoyo tecnológico comprometido por la parte iraní para fortalecer el Instituto Geográfico Militar boliviano.
Según Novillo, esa institución logró grandes avances en la ciencia de la geomática, en la prospección de suelos, minerales y respecto al cambio climático en la prevención de lluvias, inundaciones y desastres naturales.
Enfatizó el ministro boliviano en el sistema de protección cibernética que requiere Bolivia para la seguridad informática en diferentes instituciones, y subrayó que por parte de Irán “existe predisposición de apoyo incluso con transferencia tecnológica”.
Todos estos asuntos fueron abordados por los dos ministros sobre la base del acuerdo suscrito entre Bolivia e Irán en 2007, se informó.
En referencia a supuestos acuerdos “belicistas”, el ministro boliviano descartó “categórica y absolutamente” la adquisición de armamento, y consideró que quienes difunden lo que calificó de falacia fantasiosa persiguen intereses políticos.
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