El comentarista de televisión Manuel Rosas afirmó que el caso evidencia de que la Fiscalía, en vez de hacer seriamente su trabajo, se ha convertido en una especie de “guardia pretoriana” de la jefa del Estado, lo cual consideró inaceptable.
Admitió que el estudiante universitario Óscar Bellido pudo haber cometido una falta o hasta un delito leve, al escribir en la fachada del Palacio de Justicia y en la base de un monumento, pero para acusarlo la Fiscalía debió presentar pruebas.
La parte acusadora sostuvo que Bellido cometió el delito de disturbios en una de las jornadas de protesta en demanda de la renuncia de la presidenta, al escribir las frases “Dina asesina” y “Amigo Policía: el que te mandó a matarnos a ti también te matará”.
La defensa y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos señalaron que ese delito se comete con actos de violencia y daños graves a la propiedad, lo cual no ocurrió.
Según Rosas, el juez Jorge Díaz pidió pruebas de la acusación de disturbios formulada por el fiscal, que no pudo presentar ni siquiera un video o una fotos de las inscripciones y, además, firmó el acta policial de los hechos una hora anterior a su llegada al lugar de la detención del estudiante, el 22 de julio.
Ante la ausencia de fundamentos para una detención preventiva, el juez Valdivia otorgó libertad con comparecencia (obligación de presentarse a citaciones judiciales) mientras continúan las pesquisas.
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