En una alocución nocturna al país, el mandatario admitió que la medida causa dificultades económicas, pero argumentó que “salvará al año billones de nairas (fondos) que serán empleados en la implementación de reformas que contribuirán a mejorar la economía”.
La naira es la divisa nacional nigeriana y su equivalencia es de 762 por dólar.
Les aseguro, mis compatriotas nigerianos, que estamos saliendo de la oscuridad para entrar en un nuevo y glorioso amanecer, afirmó el jefe de estado.
A pesar del matiz optimista de la alocución presidencial, los nigerianos no las tienen todas consigo y es probable que la medida provoque nuevos incidentes como los registrados en el estado nororiental de Adamawa, bajo toque de queda de 24 horas desde el domingo para controlar saqueos masivos.
Los disturbios comenzaron cuando grupos de adolescentes sin techo comenzaron a saquear establecimientos y almacenes públicos de alimentos, acorde con reportes difundidos por la agencia noticiosa oficial NNA.
Cientos de personas se sumaron a los disturbios y penetraron en los locales en los cuales se guardan alimentos, en especial cereales, acorde con el relato oficial.
Ante la magnitud de los incidentes en las calles, el gobernador del estado de Adamawa, Ahmadu Umaru Fintiri, decretó la inmediata imposición del toque de queda y el despliegue de fuerzas de la Policía y el Ejército para evitar la reedición de los ataques.
A pesar de ser el segundo exportador de petróleo de África subsahariana casi la mitad de los 215 millones de personas censadas en Nigeria viven en pobreza extrema.
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