El Instituto Nacional Penitenciario envió a la empresaria Sada Goray al anexo de la cárcel de mujeres del municipio limeño de Chorrillos y al comunicador Mauricio Fernandini al presidio Ancón II, en el norte de la capital peruana.
Un juez les impuso anoche prisión preventiva por 30 meses por considerar que existe peligro de que se fuguen u obstruyan las investigaciones pendientes y por la gravedad de las penas que recibirían si fueran condenados.
En similar situación está desde marzo pasado Geiner Alvarado, quien fuera ministro de Vivienda del pasado gobierno de Pedro Castillo y es investigado como presunto receptor de sobornos de Goray para favorecer los proyectos de inmuebles sociales con apoyo financiero que ejecutaba su empresa, Marka Group.
Goray contactó a Alvarado a través de Fernandini, quien usó para ello su capacidad de acceso como periodista, y el titular encargó a su asesor principal, Salatiel Marrufo, que colabore con la empresaria.
Conocido el caso por la prensa, Marrufo fue interrogado por la Fiscalía y pidió ser colaborador eficaz (delator) de Alvarado y declaró que recibió millonarios sobornos de la empresaria que entregó a Alvarado.
Según Marrufo, el ministro entregaba una parte a Castillo, lo que Alvarado y los abogados del exmandatario niegan y señalan que el exasesor no ha presentado ninguna prueba de sus dichos.
Fernandini, por su parte, reconoce haber delinquido y asegura que ha colaborado con la justicia y para la Fiscalía no se limitó a contactar a Goray con Alvarado, sino que facilitó su casa a cambio de dinero para las entregas de sobornos a Marrufo.
El apoyo ilegal a la empresa Marka Group llegó al extremo de que Goray colocaba directivos del fondo Mivivienda que financiaba parcialmente los proyectos, de la Superintendencia de Registros Públicos y otras instancias estatales para que faciliten sus negocios.
oda/mrs