Un sondeo periodístico recogió la oposición de los partidos de derecha extrema Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País, y parte de las bancadas legislativas de centro, a un nuevo proyecto para realizar comicios en 2024, presentado por la bancada progresista Cambio Democrático–Nuevo Perú.
El proyecto, que prevé acordar normas constitucionales transitorias, incluye un cronograma que culminaría con la instalación de los nuevos Gobierno y parlamento en julio del año próximo.
El temprano rechazo desafía a 80 por ciento de la población que, según las encuestas, pide nuevas elecciones en un contexto de una larga crisis social y política.
Los sondeos indican además que una mayoría similar desaprueba la gestión de la presidenta Dina Boluarte, quien se niega a la opción de renunciar, lo que abriría el camino a nuevos comicios, y plantea mantenerse en el cargo hasta terminar en 2026 el mandato para el que fue elegido Pedro Castillo, su antecesor. Según una de las proyectistas del adelanto, Ruth Luque, es inviable pretender que la mandataria y los congresistas continúen en funciones hasta 2026, “con el alto grado de rechazo que tienen”.
La negativa a celebrar nuevos comicios desafía además grandes protestas de organizaciones sociales que han dejado un saldo de más de 60 muertos y que esas agrupaciones se aprestan a continuar.
En ese marco, el congresista de Avanza País Diego Bazán calificó como “irresponsable y un engaño” al proyecto y no tendrá el apoyo de su partido, parte del bloque de derecha extrema.
Ese sector es acusado por analistas, líderes sociales y parlamentarios progresistas, de extender su control del Legislativo al sistema judicial y otras áreas de la institucionalidad del Estado y como parte de ello, de pretender reemplazar a las autoridades electorales con eventuales objetivos fraudulentos.
Eduardo Salhuana, legisladora de Alianza para el Progreso, aliado del citado bloque, alegó que el adelanto causaría “incertidumbre política y alienta a sectores antidemocráticos y hoy debemos darle estabilidad política al país y reactivar la economía”.
Para analistas y políticos de diversas tendencias, como el expresidente Francisco Sagasti, la inestabilidad y la persistente crisis política se aliviaría con la convocatoria a elecciones.
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