“La próxima semana tendremos una inspección para verificar el avance de obras, se espera para el próximo año iniciar con las primeras pruebas al vacío y pilotaje para iniciar operaciones en 2025 con la producción de acero”, afirmó el titular.
Quispe describió que esta obra emplazada en el departamento de Santa Cruz abarca 42 hectáreas, contará con siete plantas industriales para concentración, Peletización, reducción directa (DRI), aceleración, laminación, central eléctrica y auxiliares, en una inversión cuyo importe es de 546 millones de dólares.
Paralizados en 2020 durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez, los trabajos constructivos en este complejo industrial se reiniciaron en 2021 tras el rescate del orden constitucional con la elección del presidente Luis Arce.
Según datos oficiales, Bolivia importa por año alrededor de 450 mil toneladas de acero de Perú, Argentina y Brasil, y su producción anual de 200 mil toneladas reducirá esas compras en casi la mitad, asimismo brindará mil 500 empleos directos y tres mil indirectos.
La factoría aportará a la economía nacional barras corrugadas y alambrón; las primeras son requeridas para la construcción y las segundas son materia prima de otros subproductos como tuercas, tornillos y clavos de diferentes tamaños y diámetros.
Una buena noticia en la construcción de este complejo fue el arribo la víspera al puerto de Jennefer, en el departamento cruceño, del reactor que será emplazado en la planta de DRI y es considerado el componente más importante de esta industria, según confirmó Jorge Alvarado, gerente de la Empresa Siderúrgica del Mutún.
Fabricada en México, esta pieza ingenieril pesa 175 toneladas, tiene un largo de 26 metros y un ancho de aproximadamente siete.
Servirá para obtener mediante la reducción directa del mineral hierro esponja, producto que se usará como materia prima con valor agregado para obtener acero.
Portavoces de la empresa sostienen que su diseño es uno de los más confiables del mundo por ser amigable con el medio ambiente a partir de que en la reducción directa del mineral se emplea gas natural como agente reductor en vez del carbón, como en los altos hornos.
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