“Esperamos hasta fin de año instalar la vasija, hay ciertas especificaciones que se tienen que cumplir como el hormigón pesado, que se está trayendo del exterior y estamos en el proceso”, afirmó este martes la directora de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN), Hortensia Jiménez.
Sostuvo en entrevista concedida al canal estatal Bolivia Tv que es necesario traer elementos desde el extranjero sobre la base de las exigencias de la garantía de calidad de los insumos para este tipo de instalaciones.
La dirigente científica insistió en que este “componente crítico” tiene carácter de estructura de contención, tanto del combustible atómico como de las barras de control del flujo de neutrones producidos en el interior del reactor.
“Es un componente fundamental que se coloca en el centro del Reactor y está cubierto de concreto de alta densidad; por tanto, la vasija y el concreto permiten que no exista la salida de la radiación”, comentó Jiménez.
Al referirse al cronograma constructivo, pronosticó que las pruebas finales del montaje de esta usina nuclear se efectuarán en 2025.
“Es un trabajo muy importante en cuanto a montaje, pruebas, procedimientos y protocolos internacionales que hay que cumplir, es un proceso largo y esperamos llegar al 2025 con eso”, ratificó.
Al reafirmar el carácter pacífico del programa nuclear boliviano, la ABEN enfatiza en que el reactor que se construye en la ciudad de El Alto, departamento de La Paz, permitirá estudiar y desarrollar aplicaciones de este tipo de ciencia y tecnología.
Asimismo, facilitará la formación científica de los profesionales de esta especialidad, además de brindar servicios tecnológicos con diversas aplicaciones en la esfera económica.
Uno de estos sectores beneficiados es la agricultura mediante la evaluación de los suelos, la cuantificación del fósforo, el potasio y el nitrógeno, así como los micros y macronutrientes presentes en él, a través de la aplicación de los radioisótopos producidos en el RNI.
Igualmente, estos compuestos de origen nuclear contribuirán a la prospección minera mediante la identificación de las denominadas tierras raras en el laboratorio de activación neutrónica.
En el campo de la hidrología, el empleo de trazadores nucleares permiten conocer la edad de los acuíferos y detectar aguas superficiales y subterráneas.
Respecto a la salud, al igual que el Complejo Ciclotrón Radiofarmacia Preclínica -otro componente del Cidtn- el RNI aportará radioisótopos útiles para el diagnóstico y tratamiento de oncopatologías y otras enfermedades mediante métodos no invasivos.
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