Luego de participar como uno de los máximos responsables de la muerte del líder bangladesí el 15 de agosto de 1975, Rashed Chowdhury buscó refugio en Estados Unidos, denunció el diplomático en una marcha, según el diario The Dhaka Tribune.
No sabemos exactamente por qué (…) y con qué propósito (EEUU) no lo devuelven, dijo Shahriar a medios de prensa.
El ministro bangladesí describió ese día luctuoso como la mayor violación de derechos humanos en Bangladesh tras su independencia.
Cuestionó que Estados Unidos se pronuncia profundamente sobre la cuestión de los derechos humanos y la democracia, sin embargo, protege al mayor responsable del asesinato de quien todos conocen como Bangabandhu.
Shahriar apuntó que Bangladesh considera como amigo al país norteño, pero a los bangladesíes les causa dolor y los frustra su actitud.
De acuerdo con The Dakha Tribune, aún siguen prófugos los cinco asesinos de Bangabandhu y de la mayor parte de su familia, y dos de los criminales fueron rastreados en Canadá y Estados Unidos.
No hay otra alternativa que el veredicto de asesino contra esos criminales, en respeto a las leyes de Bangladesh y para poner fin a la injusticia y restaurar el estado de derecho, dijo Shahriar Alam.
No obstante, manifestó su esperanza de que algún día se realice lo correcto en cuanto a la ley.
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