En este sentido, el ministro libio de Interior, Imad Trabelsi, confirmó la deportación y señaló que su país paga una enorme factura por la inmigración ilegal en su territorio.
Trabelsi se refirió asimismo a la reciente crisis migratoria creada por la expulsión del vecino Túnez de miles de subsaharianos a las áreas fronterizas, de personas que intentaban realizar una travesía por tierra y mar hacia Europa.
Medios de prensa se hacen eco hoy del último informe de la Organización Mundial de las Migraciones (OIM), en el que se da a conocer que Libia acoge más de 700 mil migrantes procedentes de Níger, Egipto, Sudán, Chad y Nigeria.
Recientemente, migrantes indocumentados de países subsaharianos acusaron a las autoridades tunecinas de expulsarlos de su territorio y de abandonarlos en una zona desértica fronteriza con Libia, según testimonios recogidos por la prensa de ese país.
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