De ahí se deriva una idea muy simple, de que la estabilidad de una estructura política es mucho más confiable cuando tenemos muchos centros de poder. Si esos núcleos sólo permanecen en la capital, entonces si Manila cae, caería toda Filipinas, dijo Marcos durante la toma de juramento de los nuevos miembros del Partido Federal ng Pilipinas, celebrada en el palacio presidencial.
El mandatario anunció que dejaría a los gobiernos locales la discreción de decidir por sus respectivos electores, y señaló que se trata del primer paso hacia un gobierno federal en Filipinas, pues la medida haría que la estructura y vida política del país fueran más estables.
Estamos hablando de federalismo y tiene que haber un principio central en lo que estamos haciendo. Lo que hemos empezado a hacer es realmente dar la discreción, el poder, la función, tanto como sea posible, al nivel más bajo que podamos, expresó Marcos.
El presidente explicó que Filipinas se encuentra bajo una forma unitaria de Gobierno, con poder y autoridad conferidos a la Manila «imperial».
Añadió que bajo una estructura federal, el poder se divide entre el Ejecutivo central y las administraciones estatales locales, lo que continuaría trayendo más centros de poder a otras partes del país.
El gobernante dijo igualmente que ese sistema también faculta a cada estado para manejar sus propias leyes, finanzas, planes de desarrollo, salud, educación e infraestructura, entre otros.
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