A través de un comunicado, la entidad pidió un apoyo de 15,5 millones de dólares para atender las necesidades de miles de civiles afectados por el enfrentamiento armado en el referido lugar entre el 29 de julio y el 3 de agosto.
De acuerdo con la Unrwa, las ocho escuelas de la agencia que imparten educación a cinco mil 900 niños fueron ocupadas por militantes y gravemente dañadas.
La entidad precisó que los centros permanecen invadidos por los hombres armados pese al llamado a abandonar sus instalaciones.
Según la directora de Asuntos de la Unrwa en Líbano, Dorothee Klaus, ninguna de las ocho escuelas estará disponible para los niños al comienzo del nuevo año académico debido a su inseguridad.
En este contexto, se alistan lugares de escolarización alternativos fuera del campamento para acoger a otros miles de menores en beneficio de su aprendizaje y apoyo psicosocial adecuados para todos.
La solicitud de ayuda permitirá a la Unrwa entregar asistencia en efectivo a los refugiados palestinos dañados por el conflicto en la zona, así como la reparación y mantenimiento de infraestructuras públicas críticas, incluidas las redes de suministro de agua y electricidad.
Igualmente, contribuirá a la retirada de escombros y la sensibilización de los residentes del campamento y sus alrededores sobre las problemáticas que plantearon las municiones sin detonar y otros restos de los combates.
Datos oficiales cifran en más de 54 mil los refugiados palestinos en Ein al-Hilweh, a quienes se suman en los últimos años otros miles procedentes de Siria.
Los enfrentamientos estallaron en el campamento entre los grupos Fatah y pistoleros extremistas después de una operación de asesinato dirigida contra un funcionario de una de las organizaciones, llamado Abu Qatada, divulgaron reportes de prensa.
El conflicto se intensificó luego del asesinato del comandante de las Fuerzas de Seguridad Nacional palestinas en Saida, Abu Ashraf al-Armoushi, y cuatro de sus escoltas.
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