El religioso debía responder a las preguntas de las autoridades por la celebración de la marcha en Canaán, al norte de esta capital, en la que fallecieron más de 20 personas, y otras fueron víctimas de secuestro o resultaron lesionadas.
El pastor también rechazó presentarse a inicios de esta semana a la fiscalía de Croix des Bouquets, aunque en esa ocasión pidió un aplazamiento de la invitación.
Zidor, quien es conocido como Marco, organizó el pasado fin de semana una manifestación contra la inseguridad a la que asistieron cientos de fieles.
Un grupo, armado con machetes y palos, intentó alcanzar el bastión de la pandilla que opera en la zona, pero fueron repelidos a tiros por sus integrantes.
Para el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos la tragedia ocurrida en Canaán demuestra la incapacidad del Estado de proteger a sus ciudadanos.
Dado que la actividad fue anunciada públicamente, las autoridades policiales y judiciales de los municipios afectados tenían que hacer todo lo que estuviera en su mano para impedirla, sostuvo la instancia.
Agregó que, teniendo en cuenta los resultados catastróficos, hay que establecer una doble responsabilidad: la de estas autoridades y la del pastor Marcorel Zidor que organizó la protesta.
Por su parte, la Policía anunció que se abrió una investigación para establecer responsabilidades en el suceso, y aseguró que los manifestantes burlaron el dispositivo de seguridad e hicieron caso omiso a las advertencias.
No obstante, varias organizaciones de derechos humanos criticaron las declaraciones y afirmaron que los oficiales no cumplieron con su misión de proteger y servir.
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