Los expertos, entre ellos abogados, académicos, políticos y tecnólogos, garantizarán que la tecnología, en gran medida no regulada, beneficie a todos y analizarán el enfoque emitido por los conservadores respecto al uso de esa herramienta en el espacio laboral.
De acuerdo con la federación sindical, el personal y los empleadores reclaman su utilización adecuada, luego de la omisión de ciertos temas de vital importancia alusivos a los derechos de los trabajadores en el Libro Blanco sobre la IA, presentado en marzo último por el Gobierno.
La secretaria general adjunta del TUC, Kate Bell, afirmó que la Inteligencia Artificial asume decisiones que inciden y transforman el escenario para millones de personas, incluidas la forma de contratación, gestión del desempeño y despidos.
A su juicio, “la legislación de Reino Unido está muy por detrás de la curva, lo que deja a muchos trabajadores vulnerables a la explotación y la discriminación (…) Sin una regulación adecuada de la IA, nuestro mercado laboral corre el riesgo de convertirse en un salvaje oeste”.
En este sentido, el grupo del TUC tiene como propósito la publicación de un proyecto de ley sobre el empleo y la inteligencia artificial, redactado por los profesionales, con una difusión prevista para 2024 y la exigencia de su incorporación al marco regulatorio británico.
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