La indagación fue abierta por la Primera Fiscalía Suprema Especializada en Delitos de Funcionarios Públicos por presunta instigación al delito de tráfico de influencias agravado, y alternativamente cohecho activo específico, en ambos casos en agravio del Estado.
La acción fue motivada por la difusión periodística de la grabación de una conversación que sostuvo hace unos años con el entonces juez de la Corte Suprema César Hinostroz, fugado del país en 2018 y actualmente prófugo en Bélgica, tras burlar su extradición aprobada por la justicia española.
La conversación evidencia la cercanía y refleja la existencia de intereses compartidos por Arana e Hinostroza y es una de 36 diálogos telefónicos entre ambos, grabados por orden judicial en una operación que reveló la vasta red de corrupción de jueces, fiscales, políticos, empresarios y otros personajes.
Tras la divulgación del audio, el ministro que juró el cargo hace solo dos días sostuvo que puso al tanto de sus conversaciones con Hinostroza del primer ministro, Alberto Otárola, a quien corresponde proponer a la presidenta Dina Boluarte los nombramientos ministeriales.
La prensa reveló además que la exesposa de Arana lo denunció por agresión, sobre lo cual el titular sostuvo que tuvo diferencias con ella que se ventilaron en los tribunales, pero ahora la situación entre ambos está bien.
El denunciado sostiene también que durante su carrera en el sistema de justicia ha desempeñado altos cargos por los que tenía frecuente relación con autoridades del Poder Judicial y el Ministerio Público, lo que parece no convencer a la Fiscalía, que le abrió la investigación.
Arana asumió el cargo el 6 de septiembre en una recomposición que abarcó a seis carteras y entre los nuevos titulares es también cuestionada la nueva ministra de Educación, Miriam Ponce, por haber integrado el equipo técnico de la campaña de la neoliberal Keiko Fujimori, para las elecciones de 2021. oda/mrs