Según el vicemandatario del Estado Plurinacional, David Choquehuanca, la petición expresada en esa misiva busca corregir el error histórico cometido en 1961, al incluir a la hoja de coca en la Lista Uno de la Convención Única de Estupefacientes de 1961, pues de esa forma se le equiparó con las drogas más nocivas para la humanidad.
Al presentar al cuerpo diplomático acreditado la estrategia nacional para la desclasificación, el secretario general de la Vicepresidencia, Juan Carlos Alurralde, brindó información sobre las gestiones emprendidas.
Explicó que, como establece el procedimiento, el 27 de junio de este año el presidente Luis Arce envió una carta oficial al secretario general de la ONU con la solicitud formal del examen crítico de esta problemática.
Según esa misiva, de “conformidad al artículo Tres de la Convención de 1961, solicitar activar el proceso de examen crítico de la actual clasificación de la hoja de coca”.
Junto a esa petición, ya notificada a todos los estados miembros de la ONU, Bolivia presentó un dossier con más de 100 documentos de investigaciones científicas para que sean revisados por un Comité de Expertos.
Esta comisión deberá reevaluar la posición inicial asumida en 1961 sobre la base de informes elaborados en 1947.
Los textos presentados por Bolivia incluyen el informe del proyecto Cocaína de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 1995, en el que concluye que el “uso de la hoja de coca debería ser investigado porque podría tener efectos benéficos terapéuticos y podrían ser trasladados a otros países”..
Tal punto de vista fue rebatido el 9 de mayo de 1995 por el Gobierno de Estados Unidos, que amenazó con suspender el apoyo financiero a la OMS si publicaba ese documento, y ese organismo internacional se plegó a la exigencia de uno de sus mayores contribuyentes, recordó Alurralde.
Según el protocolo, tras la solicitud formal, corresponde que la Secretaría General de la ONU la remita a la OMS y esta a través de un comité de expertos definirá si la hoja de coca produce dependencia, si estimula o deprime el sistema nervioso central.
También debe precisar si produce alucinaciones, trastornos del juicio y el comportamiento y si tiene efectos nocivos y letales.
Bolivia solicitó se le adhiera al Comité de Expertos, integrado en su mayoría por técnicos farmacológicos, un experto en medicina natural y uno en derechos de los pueblos indígenas.
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