Chávez declaró que de ninguna manera renunciará al cargo, como le pidieron varios oradores la víspera tras contestar Chávez cuestionamientos que le imputan responsabilidad política en la reciente muerte de cuatro militares a manos de un grupo armado, en una operación antidrogas, según afirmó.
Pese a los cuestionamientos, incluyendo la expresión “Lárguese, ministro mentiroso”, que le lanzó la promotora de la interpelación y congresista de derecha extrema, Patricia Chirinos, autora de la moción de censura para la que busca firmas.
Chirinos dijo que ojalá pudiera reunir las firmas necesarias para censurar al ministro y fuentes parlamentarias dijeron extraoficialmente que la drástica medida carece de la mayoría simple necesaria para aprobarse, aunque puede haber sorpresas.
El desgaste del titular de Defensa se evidenció tras una reciente recomposición del gabinete ministerial, con seis modificaciones y la reacción de la mayoría de las bancadas congresales fue reclamar porque el ministro no fue cambiado.
Tras la interpelación, Chávez declaró que recibió las críticas de todas las bancadas con talante democrático, pues los legisladores ejercieron su derecho.
“Creo que cada una de las bancadas analizará (la posibilidad de una censura)”, dijo y descartó la renuncia que le exigen sus detractores.
Chávez es general del Ejército retirado y, paradójicamente, otros ex militares parlamentarios, como los generales (r) José Williams y Roberto Chiabra y los almirantes (r) José Cueto y Jorge Montoya, han anunciado que apoyarán la censura de Chávez o consideran la posibilidad de hacerlo.
Chiabra lo criticó por no recibir en el aeropuerto los restos del oficial limeño caído en el reciente choque junto a dos suboficiales y un sargento, y señaló que la presidenta Dina Boluarte tampoco lo hizo pero si fue a saludar a la selección peruana de fútbol.
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