Desde el 2012 el país comenzó a aplicar el calendario de eliminación gradual de estos gases, nocivos para la capa de ozono y causantes del calentamiento global, en cumplimiento del Protocolo de Montreal, explicó a la Agencia Angoleña de Prensa la responsable del tema en el citado ministerio, Ivone Pascoal.
Se espera que la aplicación de la medida de no importar estos gases y de su exclusión del consumo se complete para el 2025, dejando un margen hasta el 2030 para su desaparición total.
Llegar a este momento requirió de una intensa labor de sensibilización sobre buenas prácticas de refrigeración, la introducción de nuevas técnicas, la aplicación de normas sobre exportación, reexportación e importación de sustancias y equipos agotadores de la capa de ozono, entre otras acciones.
Sin embargo, el reto continúa, pues el país se propuso reducir el consumo de las sustancias que contribuyen al calentamiento global hasta 2050, en cumplimiento de la Enmienda de Kigali, un acuerdo que prevé una disminución escalonada del consumo de hidrofluorocarbonos (HFC) hasta ese año.
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