Según esos informes, se aprecia en esa etapa un descenso con respecto a los delitos sexuales, robos, estafas y otros fraudes.
Al cierre de agosto último, se registraron 362 homicidios, 40 asesinatos más que los cometidos en el mismo período del año pasado, con 322.
La provincia de Panamá es la más violenta del país con un total de 209 homicidios, de los cuales 72 se perpetraron en el distrito de San Miguelito, debido al enfrentamiento de pandillas rivales, precisó la Fiscalía.
También la caribeña Colón marca una alta incidencia, pero a la baja, ya que hasta agosto pasado se reportaron 60 asesinatos y en el mismo período del 2022 se habían registrado 69 crímenes.
Las cifras también revelan que el 80 por ciento de las víctimas de homicidio son hombres entre los 18 a 25 años de edad y que el 90 por ciento de los casos son cometidos con armas de fuego.
Al respecto, el ministro de Seguridad, Juan Pino, aseguró al diario La Prensa que un alto porcentaje de los homicidios que se registran en las ciudades de Panamá y Colón guarda relación con ajustes de cuentas en el mundo del tráfico de drogas.
De su parte, la violencia doméstica sigue creciendo, ya que hasta agosto pasado se habían registrado 16 mil 28 denuncias, un aumento de 508 casos en relación con igual periodo de 2022, donde sobresalen las provincias de Panamá y Chiriquí.
Disminuyen los casos de delitos sexuales y robo, precisaron las fuentes.
Para el criminólogo Julio Alonso es necesario establecer estrategias de prevención y mitigación de los actos delictivos, pues muchas modalidades criminales como los secuestros extorsivos y las estafas electrónicas son importadas de países vecinos.
En tanto, el exministro de Seguridad Rodolfo Aguilera opinó que los planes aplicados por la actual administración han fracasado, ya que solo se apostó por la represión y se abandonó la resocialización.
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