La moción, planteada por legisladores de derecha extrema y centro-derecha, obtuvo 52 votos a favor, 52 en contra y cinco abstenciones, pero no alcanzó la mitad más uno de los votos requeridos para su aprobación.
La censura, que atribuía a Gargurevich “incapacidad moral y falta de liderazgo e idoneidad para el cargo”, hubiera obligado al ministro a renunciar, conforme a lo establecido por la Constitución.
La legalidad de la moción de censura fue motivo de dudas debido a que fue planteada fuera de los plazos usuales para presentar la medida tras una interpelación, que en este caso se realizó en junio pasado.
También hubo críticas a los argumentos, consistentes en que Vera no incluyó en la hoja de vida que presentó antes de asumir como ministro, que años atrás fue objeto de dos sanciones administrativas cuando era funcionario de la empresa estatal Petroperú.
Sus detractores lo cuestionaron también por en un reportaje de televisión según el cual visitó el Palacio de Gobierno cuando gobernaba Pedro Castillo, el mismo día que lo hizo un alcalde povinciano posteriormente apresado por corrupción.
Pero el grueso de los discursos de quienes propugnaban la censura se enfocó en criticar a Vera por impulsar la entrega a Petroperú de lotes de producción residual entregados a transnacionales cuyos contratos próximos a expirar.
Los alegatos en contra sostienen que Petroperú carece de condiciones financieras y técnicas y va a requerir de fondos del Estado para operar esos lotes ubicados bajo el lecho marino, en el norte de la costa peruana.
El argumento pretende que los lotes se liciten y que mientras la competencia se prepara, sigan en manos de las empresas que los explotan, lo que es materia en una campaña mediática y política ante la cual parece que surtió efecto, pues esta semana Vera anunció que Petroperú tendrá los pozos hasta que se realice la licitación.
La campaña privatizadora se opone incluso a esa fórmula que, según el expresidente de Petroperú bajo el último gobierno del neoliberal Alan García (2006-2011), César Gutierrez, sería una maniobra para que la empresa estatal Petroperú se quede con los lotes.
Entre las bancadas que votaron contra la censura a Vera, la del Partido Perú Libre, a través del legislador Flavio Cruz, señaló que su partido no tiene vínculo alguno con el ministro y rechaza su destitución porque es partidario de recuperar el petróleo privtizado por el gobierno neoliberal de Alberto Fujimori (1990-2000).
Vera ha demostrado que Petroperú no necesitará fondos estatales para explotar los lotes norteños, porque se trata de un negocio en marcha cuyas utilidades tendrían que beneficiar al Estado. rgh/mrs