En un encuentro este lunes con la prensa, Abinader anunció que el referido conducto salvará el río que comparten de manera natural los dos países y que en las últimas semanas causó diferencias por la construcción del lado haitiano de un canal para desviar sus aguas.
Puntualizó que los productores agrícolas y ganaderos tendrán garantizado el líquido una vez concluida la obra en las próximas dos o tres semanas.
Los trabajos de rehabilitación fueron iniciados el pasado miércoles por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, que también labora en la reparación de las estaciones de bombeo situadas a lo largo del canal, con una extensión de 12 kilómetros.
El dignatario aseguró que la frontera nunca será la misma a partir de ese diferendo y otras situaciones que van a suceder en el vecino país, pero no brindó detalles sobre esto último.
De igual manera, reiteró que Santo Domingo no busca ningún tipo de conflicto con Haití, pero que «por encima de todo defiende el interés de la nación y su seguridad».
Manifestó que el cierre de la frontera por las vías marítima, aérea y terrestre constituyó una medida «arbitraria y drástica» para algunos, pero la defendió y calificó de necesaria.
El gobernante reiteró la disposición a sentarse en la mesa de conversaciones con las autoridades haitianas para tratar el tema del canal, pero solo cuando ese Gobierno detenga la obra.
De su lado, el ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Ito Bisonó, informó que funcionarios de esa cartera se reunieron días atrás con los comerciantes, realizaron un inventario de los productos perecederos y establecieron reglas para su venta.
Puntualizó que el Banco Agrícola destinó 50 millones de pesos (unos 880 mil 900 dólares) para los productores, en tanto el Gobierno entregó una cifra similar a los comerciantes de la zona, afectados por el cierre de la frontera.
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