Los niños y adolescentes están migrando a través de América Latina y el Caribe en cantidades récord y ahora, representan una proporción mayor de la población migrante que otras regiones del mundo, según el último informe La Infancia en Peligro de Unicef, destaca un comunicado.
Los riesgos a lo largo de las rutas migratorias irregulares son innumerables, especialmente para los niños y niñas, algunos de estos riesgos se agudizan por aspectos de discriminación y xenofobia.
En su convocatoria la organización invita a personas adolescentes y jóvenes, entre los 13 y los 35 años, a compartir sus opiniones sobre la migración en la plataforma U-Report, con el fin fortalecer su respuesta humanitaria y mejorar la protección de las niñas, niños y adolescentes migrantes.
U-Report permite a las personas jóvenes compartir sus opiniones de manera fácil y anónima. Queremos apoyar y facilitar la participación de las personas adolescentes y jóvenes, proporcionarles una forma de hacer oír su voz, así como oportunidades para que incidan significativamente en la respuesta humanitaria a personas migrantes, dijo Juan Manuel Baldares, Representante a.i. de Unicef Costa Rica.
Según el informe La Infancia en Peligro, al menos 29 mil niños, niñas y adolescentes cruzaron la peligrosa selva del Darién en 2021 y se estima que 40 mil niños hicieron el cruce en 2022 y más de 60 mil niños cruzaron la selva del Darién en los primeros ocho meses de 2023, la mitad de ellos menores de cinco años, lo que hace que sea el año con mayor registro.
Cada vez más, son los niños y niñas más pequeños los que realizan estos peligrosos viajes; los menores de 11 años representan ahora, hasta el 91 por ciento de todos los niños, niñas y adolescentes que se desplazan en algunos puntos de tránsito clave.
Esta nueva realidad plantea desafíos a las políticas migratorias nacionales y a las respuestas humanitarias en los países de origen, tránsito y destino, resalta Unicef Costa Rica.
Los riesgos físicos a lo largo de las rutas migratorias irregulares son innumerables, especialmente para los niños y niñas, además del peligroso terreno que atraviesan (desde selvas y ríos hasta vías férreas y carreteras), también pueden sufrir violencia, explotación y abuso, alertan.
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