La víspera, Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU convocaron a una sesión en respuesta a la última medida de Pyongyang de reforzar la política de fuerza nuclear en su Constitución.
Es una pauta de doble rasero que el Consejo de Seguridad cuestione solo el ejercicio de derecho soberano de nuestro Estado, haciendo vista gorda a las incesantes provocaciones militares de Estados Unidos y sus acólitos que tomaron como política estatal el «fin del poder» de la RPDC, las cuales perturban la paz y estabilidad de la Península Coreana, expresó Choe en su declaración.
La ministra caracterizó las medidas de Pyongyang para fortalecer la política de construcción de fuerza nuclear en la Constitución, como un medio para establecer un «poderoso instrumento legal para salvaguardar la soberanía nuclear».
Choe subrayó que la RPDC condena enérgicamente las «acciones ilegales e imprudentes de fuerzas hostiles, incluido Estados Unidos, que califican el ejercicio legítimo de la soberanía de nuestro país como provocación y amenaza».
Agregó que la legalización de la posición del país poseedor de las armas nucleares no sólo es una labor para enmendar los artículos del supremo código estatal, sino también reviste importancia para garantizar la eterna prosperidad de la RPDC y preparar la poderosa arma legal de defensa de la soberanía nuclear.
A principios de esta semana, la RPDC celebró la 14 Asamblea Popular Suprema con la asistencia del líder Kim Jong Un, en la cual decidió por unanimidad «complementar el artículo 58 del Capítulo 4 de la Constitución Socialista».
Con esta decisión, la nación asiática busca garantizar su derecho a la existencia y el desarrollo, disuadir la guerra y proteger la paz regional y global, desarrollando rápidamente armas nucleares a un nivel superior.
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