Al respecto, la ministra Angie Motshekga explicó a la prensa que no es un proyecto de ley curricular, sino enfocado en la gestión y administración del sistema.
El objetivo del proyecto de ley es introducir ciertos ajustes técnicos y sustanciales a la Ley de Sudáfrica y a la Ley de educación para el empleo, dijo.
También busca aclarar ciertas disposiciones existentes e insertar otras para cubrir asuntos que no están previstos en la legislación existente, añadió.
Algunas de las enmiendas surgieron como resultado de casos judiciales en cuestiones de admisión escolar “en las que hemos estado perdiendo casos”, agregó la Ministra.
No puedes tener una situación en la que digas que el gobierno tiene que dar pleno acceso a la educación como ley, luego decir, hay un organismo, llamado órgano rector, que tiene el derecho de decidir quién es admitido o no. ¡No puede ser!, enfatizó.
Entre las medidas adoptadas se cuenta el convertir el grado R (también llamado año de recepción, para niños de seis años de edad) en el nivel obligatorio de inicio en la escuela, así como sanciones para los padres que no garanticen que sus hijos asistan a los centros escolares.
Asimismo, confirma que ya no se permiten los castigos corporales en las escuelas y establece sanciones para quienes sean declarados culpables de ese delito.
De conjunto, las enmiendas tienen como objetivo garantizar que los sistemas de aprendizaje se implementen de manera que se haga efectivo el derecho a la educación básica, consagrado en la sección 29 (1). de la Constitución de la República de Sudáfrica de 1996.
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