Una declaración del Ministerio de Industria de Energía Atómica denunció que el documento, adoptado el pasado 29 de septiembre en la 67 Reunión de la Asamblea de la AIEA, “es producto de la complicidad de Estados Unidos y sus satélites”.
Acusó a la AIEA de convertirse en una entidad venal que ha abandonado su misión e imparcialidad, con lo que “no tiene ningún derecho ni justificación para cuestionar el ejercicio de la soberanía por parte de nuestro Estado”.
Apuntó que en la última reunión de la Asamblea Popular Suprema, en la Constitución de la RPDC quedó consagrado su derecho a desarrollar las armas nucleares con fines disuasivos y para garantizar su soberanía y la paz y la estabilidad en la región y el mundo.
Tal realidad no se alterará jamás lo niegue quien lo niegue, subrayó el Ministerio de Industria de Energía Atómica, tras recordar que a inicios de los años 90, el país se retiró de la AIEA por sus continuas acciones contra la RPDC y su adhesión a la campaña hostil de EEUU.
Como demostración de tal aserto, indicó que, con la intención de congraciarse con Washington y Occidente la agencia ha alimentado los rumores sobre una eventual e inminente séptima prueba nuclear por parte de la RPDC.
Si no quiere ser vista por la comunidad internacional como un heraldo venal de Estados Unidos –señaló la declaración- la AIEA no debiera ocuparse de cosas tan vanas como fabricar reportes y resoluciones anti-RPDC.
Más le convendría concentrarse en solucionar problemas tan serios como la proliferación nuclear (…), el vertimiento de aguas contaminadas por Japón y la ampliación del campo de pruebas de EEUU, aconsejó.
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