Según el titular, en pláticas sostenidas en Brasilia las partes abordaron la inversión en exploración de hidrocarburos y en plantas de fertilizantes.
Asimismo, la interconexión eléctrica figuró como uno de los ejes de la reunión de alto nivel celebrada la víspera.
“Conversamos temas relacionados con proyectos de integración energética, en el marco del cumplimiento de la Agenda Bilateral entre Bolivia y Brasil”, reiteró Molina.
El ministro de Hidrocarburos encabezó una delegación integrada también por el titular de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy González, mientras que la brasileña la encabezó el vicepresidente y actual ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Geraldo Alckmin.
Ante la contraparte, Molina presentó una carpeta de proyectos de inversión en exploración de hidrocarburos y plantas de fertilizantes, además de otros proyectos de interconexión ligados a convenios que se evalúan para proveer electricidad en los pueblos fronterizos y dotar del servicio a zonas deprimidas.
Un estudio técnico preliminar de planificación e interconexión eléctrica entre los dos países fue concluido en septiembre de 2022.
De esa labor emanaron alternativas de interconexión con proyectos como la Central Binacional Madera y Central de Chepete, valoradas de beneficiosas para ambas partes.
Igual criterio prevaleció respecto a la interconexión entre los sistemas eléctricos con vista a la exportación de otras centrales bolivianas como sucede con Argentina.
En relación con los fertilizantes, Molina mencionó la construcción de la planta de NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) en Cochabamba, que forma parte de la estrategia para mejorar la productividad agropecuaria.
Se prevé que esta industria facilite la autosuficiencia boliviana en producción y consumo de alimentos.
De acuerdo con el Ministerio de Hidrocarburos, este complejo resulta de interés para Brasil, que importa el 70 por ciento del fósforo, el 90 por ciento del nitrógeno y el 97 por ciento del potasio que emplea en su agricultura.
Molina se refirió a la pronta inauguración de la Planta de Carbonato de Litio en el salar de Uyuni (Potosí) y la instalación de otros complejos industriales de compañías privadas en Coipasa (Oruro) y Pastos Grandes (Potosí), que también requerirán suministros.
Brasil es un proveedor de vehículos en Sudamérica, y en ese contexto Bolivia tiene condiciones para impulsar la producción de baterías de ese metal, se informó.
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