“A 20 Años de la Guerra del Gas, recuperando la Memoria Colectiva del Pueblo Boliviano” es el nombre de esta exposición que tiene como objetivo que la juventud alteña y boliviana revaloricen nuestra historia”, aseguró Quintana en entrevista a Prensa Latina.
Autor de El Ninja Alteño, una de las imágenes más icónicas de aquellos acontecimientos y de la historia de la fotografía de Bolivia, Quintana dijo a esta agencia de noticias que su mensaje principal va dirigido a los jóvenes con el concepto de “memoria, verdad y justicia”.
“El objetivo es que ellos comprendan y defiendan los beneficios económicos y sociales de la nacionalización de los hidrocarburos y el proceso de industrialización impulsado en la actualidad por el presidente Luis Arce.
Al explicar el origen de este proyecto, explicó que surgió hace un año cuando en una muestra fotográfica realizada en la Universidad Pública de El Alto constató que los estudiantes de entre 20 y 30 años desconocen o tienen una débil noción de la Guerra del Gas.
Enfatizó en que ese acontecimiento histórico es el más trascendental de inicios del siglo XXI en Bolivia, y que gracias a la lucha del pueblo alteño fueron nacionalizados los hidrocarburos.
Agregó que esto trajo como beneficio mayores recursos para su redistribución por el Estado en proyectos de desarrollo social y la generalización de las conexiones domiciliarias de gas para la población.
Mencionó también el denominado IDH o transferencias de recursos que el Gobierno nacional realiza a los gobiernos departamentales, municipios y universidades a partir del impuesto directo a los hidrocarburos nacionalizados.
Quintana explicó a Prensa Latina que la exposición incluye 25 instantáneas suyas y cinco de su colega fallecido Martín Alipaz, a quien está dedicada.
Permanecerá abierta al público en el salón Diez de Medina del Museo Nacional de Arte (MNA) hasta el 14 de octubre y después la llevará a las distintas universidades, informó.
Con ese objetivo, explicó, investigó quién es el Ninja Alteño (Saturnino Murga Alanoca), quien en su foto aparece enmascarado.
Después lo localizó y lo convenció para que narre a los jóvenes el testimonio de la lucha bajo las balas en la denominada Guerra del Gas contra Las tropas movilizadas por el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su ministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín.
Esa masacre dejó un saldo de cerca de 70 muertos y cientos de heridos, pero concluyó con la renuncia y la fuga de ese gobernante neoliberal y su brazo derecho, recientemente condenados a indemnizar a las víctimas en un proceso civil en Estados Unidos.
Para los asistentes a la apertura de la muestra resultó emocionante hasta las lágrimas el relato de Murga, un humilde albañil y músico folklórico cultivado en la tradición heredada de sus ancestros aymaras.
La inauguración incluyó también intervenciones del director del MNA, Iván Castellón, y de Luis Oporto Ordóñez, presidente del Consejo de Administración de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
Asistieron a esta apertura el embajador de Brasil en Bolivia, Luis Henrique Sobreira Lopes, la heroína de la resistencia alteña en la Guerra del Gas Juana Machaca, intelectuales, activistas sociales y un centenar de invitados.
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