El siniestro afectó también algunos negocios en Falmouth Harbour y provocó la pérdida de al menos 100 puestos de trabajo.
Pese a las fuertes lluvias, relámpagos e inundaciones causados por el meteoro, continúan los esfuerzos para sofocar el siniestro.
Reportes oficiales afirman que las ráfagas de viento dificultan la extinción del incendio y el personal de emergencia instó a las personas a permanecer en casa hasta que disminuya el peligro.
Gaston Browne, primer ministro de Antigua y Barbuda, reaccionó a la noticia diciendo que estaba agradecido, pues nadie resultó gravemente herido.
Mientras tanto, la Oficina Nacional de Servicio de Desastres informó que fueron realizadas más de 30 solicitudes de búsqueda y rescate en el país, luego de las inundaciones generalizadas por la tormenta tropical.
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