Tras un encuentro en ese cruce de fronteras entre los presidentes Cyril Ramaphosa (Sudáfrica) y Emmerson Mnangagwa (Zimbabwe), el mandatario sudafricano expresó la esperanza sobre el éxito de las medidas implementadas para mejorar esos puntos, que deben hacer más fluido el movimiento de personas y mercancías.
Uno de los propósitos del encuentro de alto nivel fue buscarle soluciones al desafío que representan las actividades transfronterizas ilegales, incluido el movimiento de extranjeros indocumentados.
En la ocasión, en la cual se presentó la nueva Autoridad de Gestión de Fronteras (BMA), Ramaphosa explicó que ya Pretoria adoptó las disposiciones requeridas para integrar en ese nuevo cuerpo varias funciones pertinentes de los ministerios de Asuntos Internos, Agricultura, Salud, Pesca, Silvicultura y Medio Ambiente.
Ya la BMA, reveló, ha firmado protocolos de implementación con el Servicio de Impuestos, el de Policía y las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica.
Al respecto, Nakampe Masiapato, comisionado de la Autoridad de Gestión de Fronteras de Sudáfrica, afirmó que el despliegue de guardias fronterizos en la zona (Musina, norteña provincia de Limpopo) es una herramienta efectiva para contrarrestar la entrada ilegal al país.
Muchas personas en Zimbabwe buscan entrar en Sudáfrica ya sea por motivos económicos, reunificación familiar irregular, tratamientos médicos en clínicas publicas sudafricanas gratuitas, o comercio ilegal.
Beitbridge es el principal puesto de fronteras entre Sudáfrica y Zimbabwe. Esta erigido sobre el rio Limpopo, separación natural y `política de las dos naciones.
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