“A julio de este año hemos alcanzado exportaciones por seis mil 462 millones de dólares. Quiero destacar que estas exportaciones están compuestas sobre todo por manufacturas, el 52 por ciento de lo que hemos exportado a julio son manufacturas”, reiteró en conferencia de prensa.
Durante la comparecencia en la sede de la Cancillería, el vicetitular explicó que, “evidentemente”, las exportaciones hasta julio disminuyeron respecto al mismo periodo de 2022, debido a que los conflictos en Perú provocaron “serias dificultades” para acceder a los mercados de la Comunidad Andina (CAN).
Aclaró, sin embargo, que las ventas de mercaderías al extranjero marcan un repunte en el segundo semestre de 2023 y prevalece la esperanza de que resulte más significativo en lo que resta de año.
Optimista, indicó que, pese a las dificultades mencionadas, ya en el séptimo mes del año en curso las exportaciones superan a la del mismo período de 2021 y duplican a las de 2020 (tres mil 738 millones de dólares).
“Al séptimo mes de 2023 nuestros niveles de exportaciones son bastante altos -subrayó el viceministro-, comparados con los últimos años. Si comparamos a julio de cada año, hemos exportado más que en 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021”.
Blanco resaltó que, del total de 52 por ciento de manufacturas comercializadas en el exterior, 23 puntos porcentuales correspondieron a los minerales, 20 puntos sobre 100 a hidrocarburos y cinco por ciento a la agricultura.
Insistió en que esto marca una diferencia cualitativa con etapas anteriores cuando correspondía al gas la mitad de las exportaciones.
Subrayó que este último carburante tiene como mercado fundamental a Brasil y Argentina, mientras que los productos no tradicionales tienen como destino principal a los países de la CAN.
El viceministro resaltó que julio del año en curso registró la primera exportación de electricidad a Argentina, operación que ya aportó cinco millones de dólares en ingresos para el país altiplánico.
Según Blanco, pese a que la balanza comercial registra un déficit pequeño en comparación con el año pasado (95 millones de dólares), resulta meritorio el cambio operado en la calidad de lo importado.
Precisó en ese sentido que un valor de 110 millones de dólares corresponde a bienes de capital, destinados al desarrollo productivo del país.
El viceministro resaltó la importancia creciente que asumen las ventas al exterior de alimentos como la castaña, la quinua, la carne bovina y sus despojos comestibles, el cacao, la soya y la chía, para la cual se abre el mercado de China, el más grande del mundo.
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