Advirtió que las cifras son solo una estimación obtenida de la suma de distintos informes realizados desde el estallido de las hostilidades entre grupos armados en Martissant, Cul-de-Sac, Carrefour Feuilles y Solino.
“Hoy nos encontramos en una situación particular en la que las personas se ven obligadas a huir de sus hogares y se encuentran sin medios de subsistencia. En este contexto, nuestro papel es organizarnos para prestarles el apoyo necesario”, dijo Chandler al programa radial Magik 9.
Además, lamentó que la mayoría de los desplazados se reúnen en refugios improvisados sin las condiciones adecuadas, no la aprobación de las autoridades locales.
Por lo general carecen de agua potable, alimentos y protección contra el sol, la lluvia o el frío, señaló el directivo.
La semana pasada Chandler confirmó que la más reciente ola de desplazados afectó a 32 mil personas que ahora se refugian en 45 emplazamientos, entre ellos escuelas, plazas públicas e iglesias.
De hecho, el Ministerio de Educación identificó a tres mil 889 estudiantes y casi 300 profesores entre los que tuvieron que abandonar sus hogares.
Además de sus viviendas, los alumnos se enfrentan a perder el año académico ante la imposibilidad de asistir a los centros docentes.
Organizaciones de derechos humanos advirtieron que el deterioro de las condiciones sanitarias en los emplazamientos podría aumentar los riesgos de propagación de enfermedades como la diarrea, gripe, sarna, cólera y tuberculosis.
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