Arce instó a desterrar el odio, el racismo, la discriminación y los apetitos de poder “que envenenan el alma nacional”.
“No olvidemos la historia, solo el pueblo unido es capaz de enfrentar los más grandes desafíos, solo en unidad podremos avanzar por la senda del desarrollo y del crecimiento, solo unidos seremos fuertes (…)”, sostuvo en su discurso.
Insistió en que la unidad es la lucha constante y permanente por desterrar “de nuestros corazones y de nuestras mentes, el odio, el racismo, la discriminación y los apetitos de poder que envenenan el alma nacional”.
Enfatizó en que las Fuerzas Armadas tienen el deber de estar junto y al servicio de su pueblo, “(…) amar a la patria como si se tratara de la extensión de uno mismo y querer a su gente como si se tratara de la familia propia”.
Subrayó que se trata de algo que no supieron comprender gobernantes impopulares como Mariano Melgarejo (1820-1871), Aniceto Arce (1824-1906) o Eliodoro Camacho (1831-1899).
Sin decir nombres, consideró que la historia se repite en la actualidad con los afanes balcanizadores de la antipatria, que tratan de impedir que Bolivia se constituya en el eje central sudamericano, vertebrando océanos, lagos, ríos hacia ambos mares (Atlántico y Pacífico).
“Esta fecha es propia para reconocer y advertir que, de la misma forma que la historia sabe reconocer el error y la gloria de sus héroes de sus militares patriotas y de sus mártires -expresó enfático-, también sabe recordar a quienes prefirieron sus intereses al sacrificio por la patria”.
Reafirmó Arce que el país necesita más que nunca del esfuerzo conjunto de todo su pueblo y junto a él de sus Fuerzas Armadas para impulsar la industrialización del litio y de los recursos naturales.
Describió que estos proyectos transcurren en un contexto internacional marcado por las reconfiguraciones geopolíticas que darán paso a un nuevo orden multipolar, la demanda de recursos estratégicos, minerales y tierras raras para la exploración espacial, la industria 4.0 y las nuevas tecnologías.
A esto se suma, recalcó, el agravamiento de la crisis climática provocada por el capitalismo expoliador.
Consideró que esa situación crítica empuja a la economía mundial a un cambio hacia la electromovilidad como matriz energética, con el litio como recurso estratégico.
Añadió que más allá de consumar ese cambio, ese metal también es fundamental para impulsar el desarrollo tan anhelado de la sociedad y el bienestar de los pueblos.
“Por ello, debemos preservar nuestra Constitución y la propiedad del Estado sobre los recursos para el pueblo boliviano”, concluyó.
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