En su opinión la firma del tratado antes del final 2023 será posible si se respetan los principios del proceso de paz, destacó este martes la agencia de noticias Armenpress.
Pashinián también señaló que Armenia está dispuesta a simplificar los procedimientos en la apertura de las comunicaciones regionales de transporte, garantizar la seguridad de las mercancías y de los azerbaiyanos en su país, contando con la reciprocidad.
«Estamos preparados para la retirada de las tropas de la línea fronteriza de 1991, lo que significaría la ausencia de tropas armenias en el territorio de Azerbaiyán, y de tropas azerbaiyanas en el territorio de Armenia”, acotó.
Igualmente aseguró que Armenia estaba lista para resolver el problema de los enclaves basándose en los principios de reciprocidad.
El jefe de Gobierno armenio también señaló que están dispuestos a canjear a todos los prisioneros y detenidos, resolver los problemas de los desaparecidos y desminar los territorios. En este contexto, Pashinián precisó que ya habían entregado a Bakú todos los mapas de los campos minados de Nagorno Karabaj.
Armenia y Azerbaiyán libraron dos guerras por esa zona, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
El 19 de septiembre, Azerbaiyán lanzó «una operación antiterrorista» que derivó en el desarme y la autodisolución de las milicias karabajíes y, finalmente, en el anuncio de la autoproclamada república de Nagorni Karabaj que dejaría de existir desde el 1 de enero de 2024.
Más de 100 mil armenios étnicos, la práctica totalidad de la población del enclave separatista, huyeron a Armenia a finales de septiembre pasado.
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