“No somos ni cobardes no traidores”, afirmó el mandatario al recibir el texto de manos del ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, y del líder de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, Lucio Quispe.
“Con la humildad que nos caracteriza aquí (cabildo) estamos y seguiremos en la lucha, esto empieza a reconstruirse, todo nuestro proceso de cambio, viene todo un trabajo y estamos dispuestos a apoyar y seguir contribuyendo”, sostuvo el jefe de Estado.
Invitado por el denominado Pacto de Unidad que conforman las organizaciones sociales y la COB, Arce y el vicepresidente, David Choquehuanca, llegaron poco después del mediodía a la Ceja del Alto, donde se congregó más de un millón de bolivianos procedentes de todos los departamentos, según los organizadores.
Junto a Choquehuanca, el dignatario se mantuvo en la parte baja de la presidencia, desde donde escuchó todos los discursos coincidentes en el apoyo a la gestión de su Gobierno con su política de industrialización con sustitución de importaciones.
Denominador común de todas esas intervenciones fue el llamado a la unidad de todas las fuerzas populares en defensa del Proceso de Cambio y la Revolución Democrática Cultural.
Esa voluntad fue ratificada de manera reiterada con la consigna de “¡Lucho no estás solo!”, coreada por miles de voces en respaldo al Gobierno que llegó al poder con el voto de más del 55 por ciento del electorado en 2020 para rescatar la democracia tras el golpe de Estado que impuso en 2019 al régimen de facto de Jeanine Áñez.
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