Durante la realización del Foro de Mujeres Parlamentarias, representantes de distintas delegaciones subrayaron la necesidad de contribuir a superar las barreras legales que obstaculizan la plena inclusión de las féminas.
Al respecto, la representante italiana señaló que como legisladoras hay dos cuestiones fundamentales que deben hacer: la primera es convertirse en modelo ante la sociedad, por su trabajo, la valentía y responsabilidad.
La segunda, añadió, es trabajar en los estatutos de los partidos políticos, porque no basta con tener cuotas destinadas a las mujeres, hay que cambiar las normas para que sean coherentes con las necesidades y prioridades femeninas, una parte importante de la sociedad.
La representante de Irán mencionó la relevancia de que las leyes respalden el empoderamiento femenino y su participación en la política, mientras indicó a la falta de seguridad como uno de los principales aspectos que atentan contra la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida económica y social.
La parlamentaria aprovechó la oportunidad para denunciar los crímenes que se cometen hoy contra las mujeres y los niños palestinos, quienes sufren bajo los ataques de Israel a instituciones civiles, religiosas y de salud; además de condenar la violencia continuada durante años contra esa población.
En tanto, la representante sudafricana apuntó que empoderar a las mujeres tiene un impacto en las sociedades y también en la economía, lo cual es estratégico para el desarrollo nacional.
De forma general, las participantes en el Foro apoyaron la adopción de políticas públicas para impulsar el desarrollo femenino en todos los ámbitos, lo cual incluye pensar en políticas de cuidados que les permitan conciliar el trabajo con esas funciones, pues esto se convierte muchas veces en la principal limitante.
Durante el encuentro dieron a conocer datos de un estudio realizado por la UIP, el cual refiere que un 82 por ciento de las mujeres parlamentarias encuestadas fueron víctimas de violencia psicológica, el 22 por ciento experimentó violencia sexual, mientras el 25 por ciento sufrió maltrato físico.
La investigación igualmente precisó que las mujeres en la política son valoradas bajo criterios estereotipados sobre cómo se visten, se arreglan el cabello, o son cuestionadas sus capacidades para esas funciones solo por su género.
Otro aspecto revelado es que la mayor parte de los perpetradores, en más del 60 por ciento de los casos de violencia registrados contra las parlamentarias, son otros colegas, ya sean de su propio partido o de organizaciones políticas opositoras.
Especial mención dieron las parlamentarias a las expresiones de violencia en el ambiente digital, donde los mensajes en las redes sociales llevan una fuerte carga de odio y discriminación hacia las mujeres que ejercen la política.
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